¿EL SEO realmente está muerto?

asesoría SEO

Con el boom de la inteligencia artificial en 2023, vivimos un momento clave no solo para la humanidad en general, sino también para quienes trabajamos en SEO. Yo, que en ese entonces estaba muy enfocada en el desarrollo de estrategias de marketing de contenidos, puedo decir que de primera mano me paralicé. De pronto, generar contenido parecía tan fácil como dar unos clics.

Poco después empezaron a sonar nuevas siglas: GEO (generative engine optimization), AEO y otras tantas. Y en muchos medios de marketing se repetía la frase: “el SEO ha muerto”.

Pero, como me gusta decir: vamos por partes.

¿Qué es realmente SEO?

SEO significa Search Engine Optimization, o en español, Optimización para Motores de Búsqueda.

La mayoría de los SEOs solemos enfocarnos en Google (aunque también existen Bing, Baidu, Yandex, Yahoo, DuckDuckGo, Ecosia, Ask, QWant o incluso AOL). ¿La razón? Google es, por mucho, el buscador dominante. Y lo sigue siendo incluso ahora, con la IA creciendo a pasos agigantados.

Pero ojo: hacer SEO no se limita únicamente a Google o a los buscadores “tradicionales”. En realidad, cualquier plataforma con un motor de búsqueda puede optimizarse. Hoy hablamos de SEO en Amazon, TikTok, YouTube, LinkedIn e incluso Pinterest. Todas ellas funcionan como motores de descubrimiento en los que vale la pena aplicar estrategias de visibilidad.

El tema es que todo se centra en Google principalmente por tres razones:

  1. Herramientas y ecosistema → Google ofrece múltiples recursos que favorecen la optimización, desde Search Console hasta Google Analytics.
  2. Transparencia → quizá hayas escuchado sobre las Core Updates (actualizaciones generales). Pues bien, Google suele informar de estos cambios para que los especialistas podamos ajustar nuestras estrategias.
  3. Comunicación directa → incluso organiza eventos como Search Central Live, donde comparte novedades y buenas prácticas sobre cómo funciona la búsqueda.

Adicional a eso, según datos de Search Engine Land, en 2024 Google registró más de 5 billones de búsquedas al día, con una cuota de mercado del 93,57 %. Mientras tanto, ChatGPT recibió 37,5 millones de consultas diarias tipo búsqueda, lo que representa apenas el 0,25 %. Para ponerlo en contexto: ChatGPT tiene menos cuota de mercado que Bing (4,10 %), Yahoo (1,35 %) o DuckDuckGo (0,73 %).

¿Y entonces por qué dicen que el SEO murió?

Porque algunos charlatanes, buscando vender más servicios, aseguran que todo lo que necesitamos ahora es GEO. Pero si comparamos SEO con GEO, nos damos cuenta de que en realidad hablamos de lo mismo de siempre, solo con un nuevo envoltorio.

Ejemplos:

  • Rastreo e indexación: Tu web debe ser visible para los crawlers. Si no, ni Google ni ChatGPT podrán mostrarla.
  • Autoridad del dominio: Cuanta más reputación y menciones tenga tu marca, más oportunidades tendrás de aparecer en resultados de IA. Reseñas de clientes, menciones en medios, notas informativas… incluso una página en Wikipedia si tu negocio ya está consolidado. ¿Nuevo? Para nada. Es lo de siempre.

¿Y qué pasa con el contenido?

He visto recomendaciones “nuevas” para IA que dicen cosas como:

  • Escribe con claridad.
  • Responde preguntas de forma directa.
  • Usa FAQs y Q&As.
  • Aplica encabezados bien estructurados (H1, H2, H3).
  • Divide textos en bloques legibles.
  • Crea relaciones semánticas con temas y subtemas.
  • Usa listas y viñetas.
  • Texto alternativo a las imágenes
  • Añade schema o datos estructurados.

¿Te suena? Exacto: eso ya es parte del SEO on-page de toda la vida.

Entonces, ¿qué sí ha cambiado?

Lo que sí es cierto es que hoy, además del tráfico orgánico, debemos poner atención al tráfico que llega desde los bots de IA. Pero, en mi experiencia, ese tráfico no se logra agregando el famoso archivo llm.txt (del que tanto se habla). Más bien, surge del buen trabajo en SEO y del posicionamiento sólido de páginas y contenidos.

Otra cosa que también es verdad es que la forma en la que los bots de inteligencia artificial responden a las preguntas de los usuarios es a través del escaneo de páginas. Sin embargo, ya no se trata solo de encontrar una palabra clave, sino de comprender el contexto, los temas y subtemas que desarrollas en tu contenido. En otras palabras: la IA divide y analiza tu página en fragmentos —los famosos chunks— para determinar qué partes son más relevantes y usarlas al momento de generar respuestas.

Por ejemplo:

Imagina que escribes un artículo titulado “Cómo hacer una pizza casera”.

  • En SEO “tradicional”, probablemente querrías repetir “pizza casera” en título, encabezados y texto.
  • En cambio, un bot de IA tomará distintos chunks del contenido, por ejemplo:
    • Un fragmento donde expliques la receta de la masa.
    • Otro donde describas los ingredientes.
    • Otro donde respondas “¿Cuánto tiempo tarda en hornearse una pizza casera?”.

De esta forma, aunque la palabra clave sea la misma, la IA no se queda con una sola coincidencia: usa varios fragmentos relevantes para dar una respuesta más completa al usuario.

Así que en conclusión, si eres SEO y quieres darle un aire más rimbombante a tu trabajo, di que también optimizas para GEO. Pero la realidad es que el mismo SEO de siempre —cuando está bien hecho— ya impacta en cómo aparecemos en los resultados de inteligencia artificial.

Suscríbete a mi newsletter para recibir noticias de SEO